Ubicada en Europa del Este, Hungría es un país diverso y hermoso. El tesoro indiscutible de este país es sin duda, su capital, Budapest.
Budapest: una historia de tres ciudades
Con más de 2000 años, Budapest es una gran ciudad que contiene rastros de las diversas fuerzas que la han gobernado a lo largo del tiempo. Romanos, turcos, godos y muchos otros han conquistado la ciudad.
De alguna manera, las diversas influencias funcionan de tal manera que hacen que la ciudad brille.
En un poco de trivia, Budapest históricamente se consideró tres ciudades. Las tres ciudades eran Pest, Obuda y Buda. Aunque agrupadas, las ciudades estaban naturalmente divididas por el río Danubio, que se bifurca en el centro de la ciudad.
En 1873, las tres ciudades se combinaron en una y se les dio el nombre de Budapest.
Aunque Budapest tiene más atracciones de las que podrían cubrirse en un artículo, aquí les mencionamos hay dos lugares de visita obligada si ha elegido esta capital como destino turístico..
CASTILLO DE BUDA
Sentado en la cima de una colina y dominando el Danubio, el Castillo de Buda es impresionante. La construcción comenzó bajo la dirección del rey Bela IV en el siglo XIV y fue ampliada por gobernantes posteriores.
La época medieval, sin embargo, vio el castillo incendiado, saqueado, demolido, bombardeado con balas de cañón y saqueado. Cada vez, nuevos gobernantes reconstruyeron.
Visitar el Castillo de Buda es como retroceder a las alturas del renacimiento. El Castillo está adornado con escaleras de mármol rojo, fachadas góticas, baluartes y estatuas épicas que dominan el Danubio. Las fuentes alrededor del castillo simplemente no se pueden describir con palabras.
BALNEARI9OS
Budapest se asienta sobre una línea de falla de placa tectónica, lo que generalmente es algo malo. En este caso, sin embargo, la ubicación de la ciudad se corresponde con una plétora de aguas termales minerales.
Los húngaros emprendedores han construido balnearios en los manantiales y están abiertos al público. Los spas son "exagerados" con una sensación de teatro de ópera. Flotando pacíficamente, uno se siente como la realeza europea.
Si viaja a Europa, planee dedicar una semana a Budapest. Para aquellos enamorados de ciudades como Praga, una visita a Budapest puede hacerles cambiar de opinión.
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